Al final de los cuatro días por curiosidad le pregunté por qué hace 7 años decidió dejar su vida en Alemania y partir.
Me contestó que su vida en Alemania ya era como una línea recta, siempre casa, coche, televisión y poco más. Viajando, sin embargo, había un montón de altibajos, podía tener hambre, frío, calor, miedo, estupor... y que a los 70 años podía todavía emocionarse.
Buenos días...
NO OS CONFORMEIS ;)
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