"Y si pudieses ser un elemento, así como tierra, agua, aire o fuego, ¿qué escogerías?"
...
Pensó su respuesta durante unos minutos. Creía que ya no iba a responder, o que me tomaba por un neurótico. La conversación estaba siendo demasiado larga, quizás le aburrían mis preguntas. Mis inusuales preguntas.
Volvió a tomar aire, me miró desconcertada. Separó unos escasos milímetros sus labios y, hablando muy bajito, pero usando un tono muy firme, respondió a mi pregunta:
"La verdad, formar parte de la naturaleza en alguna de esas formas sería algo maravilloso. Pero mientras existan los humanos, solo puedo quedarme con una sola opción.
Mira, por ejemplo, no podría ser fuego. Es una forma de energía que da calor, su imagen hipnotiza. Es bello. Pero el ser humano podría controlarlo. Y solo aporta calor, nada de frío. Me gustan ambas cosas.
Tampoco querría ser el mar. Puesto que por muy inmenso y bello que sea, está encerrado. Tiene unos límites. También es el vertedero para muchos. Y no podría vivr con esa idea.
La tierra, algo increible. Ese olor, ese tacto... pero demasiados dueños tiene ya. Demasiados.
Así que sería aire."
No sabía qué decirle. Sus palabras me fascinaban.
Al cabo de unos segundos observándola, me decidí por hacerle otra pregunta mas. Me quemaba poir dentro, necesitaba soltarla de inmediato.
"Entonces, ¿hay más motivos por los que desearías ser aire, o solo es porque has descartado las demás opciones?"
"El aire... es maravilloso. Puede transportar un sonido, un aroma... Vuela. Por encima de cualquier cosa. Puede ser caliente, o frío. Puede ser sutil, y agradable, como una ligera brisa de verano. Y también puede ser destructor, algo horrible. Y, ¿sabes qué? Aunque el ser humano sea tan ambicioso, nunca podría poseerlo, ni controlarlo. Está fuera de su alcance. El aire, lo es todo amigo."
Nunca oí unas palabras tan hermosas pronunciadas con tanto entusiasmo. Aun me queda mucho por aprender de ella.
Y si, el aire lo es todo.
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