Se nos olvidó un pequeño detalle... EL TIEMPO. Si, existe.
Y el muy cabrón nos lo arrebata todo. Es tan egoista que los mejores momentos los hace pasar tan rápido que, en ocasiones, ni nos damos cuenta de lo vivido. Sin dejarnos disfrutar lentamente de cada segundo, saborearlo...
Sin embargo, los peores momentos nos hace sufrirlos alargando cada instante cual chicle, estirando, estirando... Pero sin llegar a romperse, o a desaparecer.
Como una enfermedad. Arrebatándote lo bueno, inyectándote lo malo.
Y si amigos, el tiempo, el dichoso tiempo es una enfermedad. ¡Y es incurable!
Todos la padecemos, no tenemos nada que hacer contra ella, porque siempre ganará la partida, siempre...
Es jodidamente frustrante.
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